El pasado veinte de
junio asistimos, en el Centro del Títere de Alcorcón, a la muestra
ofrecida por las alumnas de la primera promoción de su formación regular. Como
resultado de todo lo aprendido durante los últimos dos años, lo que tuvimos la
suerte de presenciar trascendió el propio concepto de muestra. En la sala
Polichinela del centro pudimos disfrutar de un espectáculo en toda regla, un montaje
en el que cada detalle de la producción ha estado cuidado por las propias
integrantes de este grupo implicado y entusiasta.
A partir del clásico de
Lewis Carroll, Alicia a través del espejo, se ha construido una adaptación libre
que conserva temas e inquietudes del original y los amplía con cuestiones que
resuenan en nuestros días: uso inapropiado de las nuevas tecnologías, soledad,
acoso escolar… Alicia a través de la
pantalla, como decía anteriormente, supone un trabajo integral de
producción y lo que tenemos delante es un espectáculo que no desmerecería sobre
ningún escenario o dentro de cualquier festival.
Con momentos
divertidos, otros más poéticos y, en ocasiones, incluso inquietantes, la
historia atrapa tanto a niños y niñas como a adultos. La variedad y riqueza de
los hallazgos visuales puestos en escena, las diferentes técnicas empleadas, el
ritmo propio de la obra y la perfecta sincronización de las seis
intérpretes/manipuladoras sobre las tablas, consiguen que en ningún momento
decaiga nuestra atención y sigamos la aventura protagonizada por Alicia con
emoción y empatía.
Dos días después de
este estreno, justo es llamarlo así, tuvimos la suerte de poder conversar con
tres de los integrantes del elenco. Elena,
Adrián y Verónika hablaron sobre su paso por el Centro de Títeres de
Alcorcón, la experiencia que han tenido durante estos dos años de formación y lo
que ha supuesto la creación de la pieza que acabamos de reseñar. Os trasladamos
parte de este encuentro, dándoles las gracias por compartir con nosotros sus
vivencias con el arte de los títeres.
Pregunta: Nos gustaría
saber de qué manera conocisteis la existencia del Centro del Títere, cómo os
enterasteis de la formación integral que ofrecía y qué os animó a formar parte
de ella.
Elena: Conocí el centro
gracias a las redes. De este modo descubrí la formación regular de dos años.
Empecé a ver todos los profesores que participaban, no solo atendiendo al títere
como tal, sino también a la dirección, dramaturgia, interpretación, construcción
y manipulación… La verdad es que cuando lo vi me hizo mucha ilusión, y de
repente dije “yo quiero estudiar eso”. Había que enviar una carta de motivación
y mi trabajo para todo aquel mes de agosto fue escribir aquella carta.
Pregunta: ¿Alguno de
vosotros tenía experiencia previa a su entrada en el curso en el mundo de los
títeres?
Adrián: A mí siempre me
habían gustado los títeres y el teatro en general. Un día me hice consciente de
que me quería dedicar a ello y la verdad es que creo que nací con un muñeco y
no me acuerdo, porque desde siempre me han gustado los títeres. Justo el año
que terminé bachillerato apareció la formación ofrecida por el Centro del
Títere. Había elegido estudiar dirección y dramaturgia en la RESAD, pensando
también en aplicarlo a los títeres y buscando completarlo con algún curso
específico sobre ello cuando apareció la información de Alcorcón. Parecía hecho
justo para mí, porque en el momento que debía tomar una elección se me
presentó.
Verónika: Yo vengo del
mundo de la música y después de la pandemia sentí la necesidad de hacer algo
corporal. Estuve al principio buscando escuelas de teatro físico, pero topé con
un curso de máscaras, máscara neutra, larvaria, y me encantó. De ahí descubrí
el Centro del Títere y, como yo ya trabajaba con niños me interesó el mundo de
la marioneta. Precisamente en ese momento el centro tenía programada una
exposición de títeres checos (exposición de títeres de hilo de la compañía
checa Svát’ovo Dividlo, Centro del
Títere, mayo 2022) y asistí a la inauguración de la misma. Aquel día conocí al
titiritero checo que presentaba la exposición (Verónika también es checa) y a la gente del
centro y me encantó. A partir de ese momento comencé a escribirles
continuamente para saber cuando empezaba su proyecto de formación hasta que
finalmente llegó la información y me apunté al curso.
Pregunta: Una de las
cosas que destacó en ese momento, que llamó la atención de los que seguíamos la
actividad del recién creado entonces Centro del Títere, fue lo integral de la
formación, abarcando muchos campos, no solo la construcción y manipulación,
sino que a lo largo de dos años se iban a estudiar las muchas áreas que
componen el oficio y que, muchas veces, quedan desatendidas cuando buscamos
formación.
Adrián: Creo que para
muestra un botón: la muestra del otro día. Al final hay que saber un poco de
todo. No profesionalizarse en todo, pero es un sector que cuenta con pocos
medios y cuanto más conozcas mejor producción podrás ofrecer. Y esto es
importante para que el teatro de títeres se sitúe al mismo nivel que el teatro
de actores y actrices, que es donde debe estar.
Elena: Yo vengo de una
escuela de interpretación actoral y aunque teníamos alguna asignatura además de
interpretación, se echaba de menos un concepto más integral de la formación.
Además hay que destacar la calidad de los profesores que hemos tenido, tanto
profesional como humana. Se han tocado muchas áreas diferentes que, en el
fondo, componen un todo.
Verónika: Justo cuando
estaba preparando un proyecto para niños, me di cuenta que no tenía el
conocimiento para armarlo bien. Y esta formación de dos años ha resultado muy
completa, con mucha información y materias en tan poco tiempo, y me ha aclarado
totalmente. Luego hay que echarle horas, seguir trabajando, claro. Pero te
enfoca a todo lo que necesitas para poder crear un espectáculo y tener esa
visión.
Pregunta: Alguna de las
asignaturas o materias se han impartido como monográficos, y estos han estado
abiertos a personas ajenas al centro, que no cursaban con vosotras el curso
regular. ¿Esto os ha parecido interesante o enriquecedor? ¿Qué ha supuesto
trabajar en esos momentos con un grupo más amplio y heterogéneo?
Elena: Ahí incluiría
también las residencias (el Centro de Títeres de Alcorcón cuenta con un
programa de residencias para compañías) que te ponen en contacto con artistas
que te encuentras trabajando en el taller y a los que puedes consultar cómo van
a abordar la construcción o la manipulación… Es gente de la profesión que viene
al centro y te enriquece. Y en los monográficos también, me gustaba que
estuvieran abiertos, que viniese gente nueva, eso hacía que el grupo creciese.
Adrián: También rompes
la monotonía y aprendes otras formas de trabajar. Cada persona te da una cosa
distinta que te enriquece, ves diferentes puntos de vista en base a lo mismo
que ayudan a elegir tu propio camino y por dónde tirar.
Verónika: Los
monográficos aportan muchísimo, profundizas en cada especialidad con grandes
profesionales.
Pregunta: Me gustaría
hablar ahora sobre la muestra que ofrecisteis hace dos días. Creo que pudo
comprobarse cómo habéis volcado todo lo aprendido en estos dos años para su
creación, atendiendo a las diferentes partes que componen un espectáculo.
¿Podríais contarnos algo sobre el proceso de creación de Alicia a través de la pantalla?
Elena: En diciembre
todos teníamos como deberes leer Alicia
a través del espejo.
Adrián: A partir de ahí
nos repartimos las diferentes áreas. Elena y yo nos encargamos de la
dramaturgia; Verónika y Rita de la
música y espacio sonoro; Raquel y Alba en dirección; María y Delia en
construcción. Al final ha sido un trabajo de todos porque todos participábamos
en cada área, pero sí que con más atención cada una en la tarea asignada.
Verónika: La
construcción se ha realizado en muy poco tiempo, se comenzó tras las vacaciones
de Semana Santa. Contamos con la ayuda de Juan e Inés y también con la de dos
chicas de la Escuela de Arte de La Palma que hicieron sus prácticas en el
centro.
Adrián: Los ensayos se
han hecho a lo largo de un mes, más o menos.
Elena: Y combinándolos
con el taller. A veces unos estaban ensayando y otros en taller, porque si no,
no daba tiempo a hacerlo de otro modo.
Pregunta: El otro día
tuvisteis la sala llena, con el público muy animado y que quedó muy contento.
¿Qué sensaciones tuvisteis actuando, cómo os habéis sentido en escena?
Verónika: Muy buenas
sensaciones. Creo que conseguimos ser un grupo, que nos apoyábamos unas a otras
y teníamos una energía de grupo. Y lo disfrutamos mucho. Y al sentir las
reacciones del público, de los niños, de los adultos, eso aún nos animaba más.
Fue muy bonito.
Adrián: Creo que
comenzamos un poco estresados porque habíamos tenido un ensayo por la mañana un
poco desastre, pero enseguida se nos fue todo eso y fluyó muy bien.
Verónika: Aprendimos
mucho de los ensayos, de los errores, y en la función ya estás más concentrada,
más pendiente y eres más consciente de todo.
Adrián, Verónika, Rita,
Raquel, Elena y Alba. Faltan Delia y María. Primera promoción del curso de
Especialista en Teatro de Títeres y Objetos.
Pregunta: ¿De qué
manera os veis trabajando en el sector de los títeres? ¿Con qué soñáis, ahora,
una vez terminada vuestra formación?
Elena: Yo sueño…
Adrián (interrumpiendo):
Con tener una furgoneta… (Todos ríen).
Elena: Poca broma. Yo
llevo años soñando con tener una furgoneta y hacer de ella un teatro, tener ahí
un retablo, Puppet Truck a tope (más
risas). Me encantaría poder vivir del teatro de títeres, construyendo, manipulando,
formar parte de todo ese proceso es lo que me gustaría.
Adrián: A mí también, a
largo plazo el sueño maravilloso sería formar una compañía y dedicarse íntegramente
a ello sin tener que pluriemplearse.
Pregunta: Puedo deciros
que dentro del sector existe un comentario muy generalizado respecto al
envejecimiento del mismo, por lo que siempre se está deseando la incorporación
de nuevas compañías y gente joven que tome el relevo a los más veteranos. Por
este motivo os animo a que persigáis esos sueños. Para terminar comentaré que
el Centro del Títere ha lanzado convocatoria para su nuevo curso de formación.
¿De qué manera animaríais a alguien a que formara parte de la próxima promoción
del centro?
Elena: Le diría que
vale mucho la pena, muchísimo. Su formación es integral y la calidad humana del
centro, un lugar que te abraza, se agradece mucho.
Verónika: La vivencia
que hemos tenido estos dos años es algo que nunca se olvida, es algo que
tendremos en el corazón para siempre. Son dos años, tampoco es tanto tiempo. Y
sí que es muy intenso, a veces hay momentos duros, pero yo lo volvería a
repetir.
Adrián: Si es esto lo
que te gusta, no te lo pienses dos veces. Y como dice Elena, lo más importante
es que es como una familia y eso es de valorar.
Verónika: Y hay mucho
amor.
Elena: Sí mucho amor. Y
amor al teatro, y a los títeres, y eso se nota y se aprende un montón.
Verónika: A lo largo de
dos años ha sido como nuestra casa
De
este modo terminaba el encuentro que, con este grupo,
solo representa un punto y aparte. Porque para ellas el viaje continúa. Han
disfrutado las primeras etapas y desde aquí les deseamos que la travesía
prosiga plena de emociones, oficio y experiencias. Larga vida a los títeres y a
titiriteras y titiriteros.
Texto y fotografías: David Martínez Atozqui