lunes, 1 de julio de 2024

Alicia a través de la pantalla. Un viaje que no termina.

El pasado veinte de junio asistimos, en el Centro del Títere de Alcorcón, a la muestra ofrecida por las alumnas de la primera promoción de su formación regular. Como resultado de todo lo aprendido durante los últimos dos años, lo que tuvimos la suerte de presenciar trascendió el propio concepto de muestra. En la sala Polichinela del centro pudimos disfrutar de un espectáculo en toda regla, un montaje en el que cada detalle de la producción ha estado cuidado por las propias integrantes de este grupo implicado y entusiasta.

A partir del clásico de Lewis Carroll, Alicia a través del espejo, se ha construido una adaptación libre que conserva temas e inquietudes del original y los amplía con cuestiones que resuenan en nuestros días: uso inapropiado de las nuevas tecnologías, soledad, acoso escolar… Alicia a través de la pantalla, como decía anteriormente, supone un trabajo integral de producción y lo que tenemos delante es un espectáculo que no desmerecería sobre ningún escenario o dentro de cualquier festival.

Con momentos divertidos, otros más poéticos y, en ocasiones, incluso inquietantes, la historia atrapa tanto a niños y niñas como a adultos. La variedad y riqueza de los hallazgos visuales puestos en escena, las diferentes técnicas empleadas, el ritmo propio de la obra y la perfecta sincronización de las seis intérpretes/manipuladoras sobre las tablas, consiguen que en ningún momento decaiga nuestra atención y sigamos la aventura protagonizada por Alicia con emoción y empatía. 


Dos días después de este estreno, justo es llamarlo así, tuvimos la suerte de poder conversar con tres de los integrantes del elenco. Elena, Adrián y Verónika hablaron sobre su paso por el Centro de Títeres de Alcorcón, la experiencia que han tenido durante estos dos años de formación y lo que ha supuesto la creación de la pieza que acabamos de reseñar. Os trasladamos parte de este encuentro, dándoles las gracias por compartir con nosotros sus vivencias con el arte de los títeres.

Pregunta: Nos gustaría saber de qué manera conocisteis la existencia del Centro del Títere, cómo os enterasteis de la formación integral que ofrecía y qué os animó a formar parte de ella.

Elena: Conocí el centro gracias a las redes. De este modo descubrí la formación regular de dos años. Empecé a ver todos los profesores que participaban, no solo atendiendo al títere como tal, sino también a la dirección, dramaturgia, interpretación, construcción y manipulación… La verdad es que cuando lo vi me hizo mucha ilusión, y de repente dije “yo quiero estudiar eso”. Había que enviar una carta de motivación y mi trabajo para todo aquel mes de agosto fue escribir aquella carta.

Pregunta: ¿Alguno de vosotros tenía experiencia previa a su entrada en el curso en el mundo de los títeres?

Adrián: A mí siempre me habían gustado los títeres y el teatro en general. Un día me hice consciente de que me quería dedicar a ello y la verdad es que creo que nací con un muñeco y no me acuerdo, porque desde siempre me han gustado los títeres. Justo el año que terminé bachillerato apareció la formación ofrecida por el Centro del Títere. Había elegido estudiar dirección y dramaturgia en la RESAD, pensando también en aplicarlo a los títeres y buscando completarlo con algún curso específico sobre ello cuando apareció la información de Alcorcón. Parecía hecho justo para mí, porque en el momento que debía tomar una elección se me presentó.

Verónika: Yo vengo del mundo de la música y después de la pandemia sentí la necesidad de hacer algo corporal. Estuve al principio buscando escuelas de teatro físico, pero topé con un curso de máscaras, máscara neutra, larvaria, y me encantó. De ahí descubrí el Centro del Títere y, como yo ya trabajaba con niños me interesó el mundo de la marioneta. Precisamente en ese momento el centro tenía programada una exposición de títeres checos (exposición de títeres de hilo de la compañía checa Svát’ovo Dividlo, Centro del Títere, mayo 2022) y asistí a la inauguración de la misma. Aquel día conocí al titiritero checo que presentaba la exposición (Verónika también es checa) y a la gente del centro y me encantó. A partir de ese momento comencé a escribirles continuamente para saber cuando empezaba su proyecto de formación hasta que finalmente llegó la información y me apunté al curso.

Pregunta: Una de las cosas que destacó en ese momento, que llamó la atención de los que seguíamos la actividad del recién creado entonces Centro del Títere, fue lo integral de la formación, abarcando muchos campos, no solo la construcción y manipulación, sino que a lo largo de dos años se iban a estudiar las muchas áreas que componen el oficio y que, muchas veces, quedan desatendidas cuando buscamos formación.

Adrián: Creo que para muestra un botón: la muestra del otro día. Al final hay que saber un poco de todo. No profesionalizarse en todo, pero es un sector que cuenta con pocos medios y cuanto más conozcas mejor producción podrás ofrecer. Y esto es importante para que el teatro de títeres se sitúe al mismo nivel que el teatro de actores y actrices, que es donde debe estar.

Elena: Yo vengo de una escuela de interpretación actoral y aunque teníamos alguna asignatura además de interpretación, se echaba de menos un concepto más integral de la formación. Además hay que destacar la calidad de los profesores que hemos tenido, tanto profesional como humana. Se han tocado muchas áreas diferentes que, en el fondo, componen un todo.

Verónika: Justo cuando estaba preparando un proyecto para niños, me di cuenta que no tenía el conocimiento para armarlo bien. Y esta formación de dos años ha resultado muy completa, con mucha información y materias en tan poco tiempo, y me ha aclarado totalmente. Luego hay que echarle horas, seguir trabajando, claro. Pero te enfoca a todo lo que necesitas para poder crear un espectáculo y tener esa visión.

Pregunta: Alguna de las asignaturas o materias se han impartido como monográficos, y estos han estado abiertos a personas ajenas al centro, que no cursaban con vosotras el curso regular. ¿Esto os ha parecido interesante o enriquecedor? ¿Qué ha supuesto trabajar en esos momentos con un grupo más amplio y heterogéneo?

Elena: Ahí incluiría también las residencias (el Centro de Títeres de Alcorcón cuenta con un programa de residencias para compañías) que te ponen en contacto con artistas que te encuentras trabajando en el taller y a los que puedes consultar cómo van a abordar la construcción o la manipulación… Es gente de la profesión que viene al centro y te enriquece. Y en los monográficos también, me gustaba que estuvieran abiertos, que viniese gente nueva, eso hacía que el grupo creciese.

Adrián: También rompes la monotonía y aprendes otras formas de trabajar. Cada persona te da una cosa distinta que te enriquece, ves diferentes puntos de vista en base a lo mismo que ayudan a elegir tu propio camino y por dónde tirar.

Verónika: Los monográficos aportan muchísimo, profundizas en cada especialidad con grandes profesionales.

Pregunta: Me gustaría hablar ahora sobre la muestra que ofrecisteis hace dos días. Creo que pudo comprobarse cómo habéis volcado todo lo aprendido en estos dos años para su creación, atendiendo a las diferentes partes que componen un espectáculo. ¿Podríais contarnos algo sobre el proceso de creación de Alicia a través de la pantalla?

Elena: En diciembre todos teníamos como deberes leer Alicia a través del espejo.

Adrián: A partir de ahí nos repartimos las diferentes áreas. Elena y yo nos encargamos de la dramaturgia; Verónika y Rita de la música y espacio sonoro; Raquel y Alba en dirección; María y Delia en construcción. Al final ha sido un trabajo de todos porque todos participábamos en cada área, pero sí que con más atención cada una en la tarea asignada.


Verónika: La construcción se ha realizado en muy poco tiempo, se comenzó tras las vacaciones de Semana Santa. Contamos con la ayuda de Juan e Inés y también con la de dos chicas de la Escuela de Arte de La Palma que hicieron sus prácticas en el centro.

Adrián: Los ensayos se han hecho a lo largo de un mes, más o menos.

Elena: Y combinándolos con el taller. A veces unos estaban ensayando y otros en taller, porque si no, no daba tiempo a hacerlo de otro modo.

 Pregunta: El otro día tuvisteis la sala llena, con el público muy animado y que quedó muy contento. ¿Qué sensaciones tuvisteis actuando, cómo os habéis sentido en escena?

Verónika: Muy buenas sensaciones. Creo que conseguimos ser un grupo, que nos apoyábamos unas a otras y teníamos una energía de grupo. Y lo disfrutamos mucho. Y al sentir las reacciones del público, de los niños, de los adultos, eso aún nos animaba más. Fue muy bonito.

Adrián: Creo que comenzamos un poco estresados porque habíamos tenido un ensayo por la mañana un poco desastre, pero enseguida se nos fue todo eso y fluyó muy bien.

Verónika: Aprendimos mucho de los ensayos, de los errores, y en la función ya estás más concentrada, más pendiente y eres más consciente de todo.

Adrián, Verónika, Rita, Raquel, Elena y Alba. Faltan Delia y María. Primera promoción del curso de Especialista en Teatro de Títeres y Objetos.

 

Pregunta: ¿De qué manera os veis trabajando en el sector de los títeres? ¿Con qué soñáis, ahora, una vez terminada vuestra formación?

Elena: Yo sueño…

Adrián (interrumpiendo): Con tener una furgoneta… (Todos ríen).

Elena: Poca broma. Yo llevo años soñando con tener una furgoneta y hacer de ella un teatro, tener ahí un retablo, Puppet Truck a tope (más risas). Me encantaría poder vivir del teatro de títeres, construyendo, manipulando, formar parte de todo ese proceso es lo que me gustaría.

Adrián: A mí también, a largo plazo el sueño maravilloso sería formar una compañía y dedicarse íntegramente a ello sin tener que pluriemplearse.

Pregunta: Puedo deciros que dentro del sector existe un comentario muy generalizado respecto al envejecimiento del mismo, por lo que siempre se está deseando la incorporación de nuevas compañías y gente joven que tome el relevo a los más veteranos. Por este motivo os animo a que persigáis esos sueños. Para terminar comentaré que el Centro del Títere ha lanzado convocatoria para su nuevo curso de formación. ¿De qué manera animaríais a alguien a que formara parte de la próxima promoción del centro?

Elena: Le diría que vale mucho la pena, muchísimo. Su formación es integral y la calidad humana del centro, un lugar que te abraza, se agradece mucho.

Verónika: La vivencia que hemos tenido estos dos años es algo que nunca se olvida, es algo que tendremos en el corazón para siempre. Son dos años, tampoco es tanto tiempo. Y sí que es muy intenso, a veces hay momentos duros, pero yo lo volvería a repetir.

Adrián: Si es esto lo que te gusta, no te lo pienses dos veces. Y como dice Elena, lo más importante es que es como una familia y eso es de valorar.

Verónika: Y hay mucho amor.

Elena: Sí mucho amor. Y amor al teatro, y a los títeres, y eso se nota y se aprende un montón.

Verónika: A lo largo de dos años ha sido como nuestra casa

 

De este modo terminaba el encuentro que, con este grupo, solo representa un punto y aparte. Porque para ellas el viaje continúa. Han disfrutado las primeras etapas y desde aquí les deseamos que la travesía prosiga plena de emociones, oficio y experiencias. Larga vida a los títeres y a titiriteras y titiriteros.

 Texto y fotografías: David Martínez Atozqui

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